viernes, 31 de diciembre de 2010

7º DIA: VILORIA DE RIOJA-BURGOS

Jueves, 16 de Septiembre
Distancia: 63 km

Diana poco antes de las siete. Tras el aseo personal me echo de nuevo en la cama (esta vez no me ha tocado trepar a una litera) hasta las siete y media, que es la hora de apertura del refugio. El desayuno que prepara Orietta es abundante y variado pero mientras lo degusto me parecen escuchar truenos.
Cuando me asomo a la puerta compruebo que no son imaginaciones mías. Está lloviendo. Si estuviera en casa me hubiera metido otra vez en la cama pero aquí hay que continuar.
Así que preparo el equipaje con parsimonia para ver si escampa pero no cae esa breva, por lo que empiezo a mentalizarme que hoy toca pedalear sobre "mojado".
Me despido de esos magníficos anfitriones que son Acacio y Orietta y comienzo la jornada resignándome a ponerme a remojo. Como la lluvia arrecia paro en el siguiente pueblo para colocar un par de bolsas de basura para proteger las alforjas.
En Belorado aprovecho para hacer unas compras y al llegar a una plaza con soportales decido esperar allí a que amaine y para matar el rato desayuno por segunda vez.
A la media hora deja de llover así que prosigo viaje hasta Villafranca de Montes de Oca, donde vuelvo a parar en el bar de la entrada para reponer fuerzas antes de la subida hasta el Alto de la Pedraja.
Subiendo los Montes de Oca

Al principio me despisto y acabo en la carretera, pero justo antes de incorporarme veo pasar dos camiones a gran velocidad. Uff. Prefiero sufrir por el camino. De todos modos, salvo la rampa inicial a la salida del pueblo que tuvo que hacer de empujing, el resto de la subida es llevadera y mucho más agradable que la carretera.
La única sorpresa es que cuando crees que has coronado te encuentras con un enorme tobogán que tienes que afrontar prácticamente parado. No sirve de nada el impulso que llevas cuesta abajo ya que al final de la pendiente tienes que atravesar una pasarela que te obliga a frenar por lo que mi gozo en un pozo. A empujar otra vez.
A partir de aquí un suave descenso hasta San Juan de Ortega donde aprovecho, ya puestos, para comer.....




Tras la avituallamiento, y van cuatro hoy, retomo el camino en lo que pensaba que era un tranquilo descenso hasta Burgos. Hasta Atapuerca fué así pero no contaba con la subida a Matagrande ( o mataperegrinos...)
Es una senda pedregosa que limita por la izquierda con un terreno propiedad del Ejército. Ya sólo faltaba que estuvieran haciendo prácticas de tiro. Menudo tramo de tortura. Al final no tuve más remedio que echar pie a tierra y hacer la mitad de la subida de empujing.......



Cruz de peregrinos de Matamuelas
Progresivamente el paisaje se va "urbanizando". Cada vez más tráfico y más cemento. La entrada a Burgos se me hace desgradable, atravesando un polígono industrial,  avanzando por la acera para evitar los camiones.
Cuando me adentro en el casco urbano pierdo las flechas así que tengo que ir preguntando a los viandantes para que me indicaran cómo llegar a la catedral. Lo curioso es que a las tres primeras personas a las que pregunté ninguna era de la ciudad. O eran peregrinos o turistas. Pero en fin. Preguntando se va a Roma, y también a la Catedral de Burgos....
Cuando paro para sellar la credencial en las oficinas de información de la catedral coincido con los dos ciclistas (padre e hijo) que me adelantaron en Torres del Rio. Me comentaron que descansaron un dia en Logroño tras ver a un fisioterapeuta y que afortunadamente la lesión del hijo no era tan grave como pensaron en un principio.
Así que nos fuimos juntos hasta albergue municipal, que está ubicado detrás de la catedral. Y nada más entrar me cruzo con los tres malagueños de la fuente de Irache. Ellos también habían perdido un día en Burgos por avería mecánica.
El albergue se inauguró recientemente así que las instalaciones están de revista. Bueno, en las duchas no estaría de más algun punto donde colgar la toalla y la ropa... Como de costumbre me tocó la litera de arriba, que por cierto, debería estar diseñada por algún alemán por que estaba a mucha altura.
En la misma zona de literas también se encontraba un matrimonio de Madrid (Victor y Camino) que me pareció verlos en San Juan de Ortega. Por cierto que tienen un blog muy interesante sobre su viaje (pedaleandos.blogspot.com)
Esa noche tocaba tapeo de bicigrinos. Victor y Camino, Raul y Marcos (padre e hijo) y el que suscribe. Y también un peregrino "granaíno" con mucho arte. Victor nos invitó a unas rondas ya que era su cumpleaños. Pasamos un rato muy agradable comentando nuestras batallitas camineras pero la velada fue más corta de lo deseado ya que a las diez y media cerraban el albergue. Y según su portero sin excepciones. Así que  regreso a paso ligero, tanto por la hora como por la lluvia. Pienso para mí que si tiene que llover mejor que lo haga de noche.


Parking de bicis en el albergue de Burgos




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