lunes, 12 de octubre de 2015

DIA 5: VARADO EN ALCALÁ DEL JÚCAR

Lunes, 7 de Septiembre

A las ocho ya estoy plantado frente al consultorio. Está abierto pero no veo a nadie a quién dirigirme. Entra un hombre con un apósito bastante grande en la cara. Otra mordedura de perro y ésta sí que es grave ya que precisará de cirugía  así que no voy a quejarme. Nueva cura y paso a la consulta del médico. Don José para los vecinos. Le muestro el parte de guerra y me explica que las mordeduras son infecciosas, por lo que tengo que tomar antibióticos durante diez días. Para subirme la moral me advierte que la medicación puede provocarme debilidad y diarrea. Me recomienda que vigile la herida ya que es corriente que note algo de inflamación. Pues qué bien. ¿Algo más? Pues nada más salir de la consulta se pone a llover con fuerza y no parará hasta tres horas después.  Pues no me queda otra que quedarme un día más ya que no es cuestión de ir con la herida empapada.
Desayuno y subo a la habitación a ver cómo mato el tiempo. Salgo al balconcillo a ver la lluvia y veo a una pareja de ciclistas calados hasta los huesos. Bajo rápido y los encuentro parados frente al  bar del hostal. Por los rasgos parecen extranjeros pero resulta que son más españoles que las pesetas. Asturianos concretamente. Están haciendo también la Ruta de la Lana. Empezaron en Almansa el sábado pero tuvieron que quedarse un día más en Alatoz a consecuencia de una gastroenteritis. Gracias a ellos me entero de por qué no recibí respuesta cuando llamé al teléfono de contacto en Alatoz. Resulta que había fallecido un familiar del responsable de la asociación. Pues al menos se me hace llevadera la mañana. Dos horas de charla de temática caminera. Les facilito la información que dispongo sobre alojamientos hasta Burgos ya que sólo tenían la perteneciente hasta  Cuenca.
A la una para de llover y los acompaño durante la subida al castillo. Nos despedimos no sin antes animarme a reencontrarnos más adelante ya que van a un ritmo muy pausado. Suena bien pero cada vez lo veo menos claro.






Otra tarde deambulando como alma en pena por el pueblo que ya tengo más que visitado. Curiosamente estuve aquí de acampada hace veinte años y nunca hubiera imaginado que volvería en bicicleta.
A la hora de la cena empiezo a ver relámpagos más al norte. En poco más de media hora se planta la tormenta aquí y cae el diluvio durante hora y media. Pues si los caminos estaban mojados ahora ya ni te cuento. Tenía entendido que en el tramo de Cuenca hasta Burgos había que recorrer muchos kilómetros por carretera,  pero entre Almansa y Cuenca predominaban más los caminos, atravesando grandes extensiones de pinares a partir de Paracuellos de la Vega.
Por otro lado, cuando me atendieron en Casas Ibañez pregunté por los pueblos que disponían de Centro de Salud desde aquí hasta Cuenca y no me sonaba ninguno que pasara por la Ruta de la Lana.

Tanto la meteorología como el incidente perruno me obligan a desviarme de la ruta prevista. Seguir hacia adelante por carreteras nacionales, perdiendo la oportunidad de atravesar esos inmensos bosques, no me entusiasma. Hacer una ruta turística por centros de salud no me parece muy divertido (aunque tendría su parte de originalidad ir cuñando en cada uno de ellos…). Y he empezado a tomarme en serio las advertencias de vigilar la herida porque efectivamente la pierna está inflamada y no es cuestión de regresar con una pata de palo. Además, tengo que estar pendiente del puñetero antibiótico cada ocho horas y no voy a poder tomarme una mísera caña a gusto aunque sea a final del día. ¿Una excursión haciendo  una especie de “Cuaresma”?. Menudo panorama.

No hay comentarios:

Publicar un comentario