martes, 10 de mayo de 2011

3º DIA: CIZUR MENOR -VILLATUERTA

Domingo,  12 de Septiembre
Distancia: 46 km
Salida a las 9,00 y llegada a las 18,30
Definitivamente no es necesario utilizar despertador en los albergues.  El ruido que hacen los peregrinos mientras preparan sus mochilas es suficiente para devolverte al mundo de los vivos.
Y si tienes el sueño profundo no hay que preocuparse.  A las siete de la mañana se han encendido todas las luces del albergue.
Por lo demás, he dormido de maravilla. De tirón. El resto de compañeros roncadores no han perturbado mi sueño. Prueba superada.
Todavía no ha amanecido cuando empiezo a preparar el equipaje. Cuando me dirijo a recoger la ropa tendida me encuentro con que sigue empapada. Cosas de llegar ayer tan tarde. No me queda más remedio que utilizar la secadora del albergue. Previo pago, por supuesto.
Una vez resuelto este nimio contratiempo prosigo con el ritual mañanero de guardar todo en las alforjas, ponerme el traje de luces y darme cremita tanto por las zonas expuestas al sol como por las ocultas........ !!Qué dura es la profesión de artista!!
Ya sólo me queda lo más importante: el desayuno. Así que me dirijo a un bar que está prácticamente enfrente y de nombre "El Tremendo". Desconozco cuál será el origen de tan curioso nombre pero sí que descubro el "tremendo" desayuno que toman algunos lugareños tras su paseo dominical. Bocadillo de chistorra regado con vino. ! Y todavía no son ni las nueve!
Yo opto por un tradicional tazón de leche con colacao y tostadas con mermelada.
Mientras desayuno empiezan a llegar al bar los primeros peregrinos provenientes de Pamplona. A parte de una pareja de japoneses me hace gracia ver a un español talludito echándole los trastos a una francesa de buen ver. Desconozco si les habrá cundido mucho el día. O sí........



Peregrinos digiriéndose al Alto del Perdón.

Finalmente me pongo en marcha a las nueve en dirección a otro  hito del Camino. El Alto del  Perdón. Se encuentra a unos nueve kilómetros de Cizur Menor y  está jalonado por una hilera de aerogeneradores, vulgo "molinos".
Progresivamente el camino va ascendiendo por buenas pistas pero tras superar la población de Guenduláin se me atraganta una rampa que me obliga a echar pie a tierra y coger un poco de aire. Una amable navarrica se ofrece para ayudarme a empujar la bici pero declino amablemente su ofrecimiento diciéndole que "eso sería trampa"....
El siguiente pueblo es Zariquiegui, donde aprovecho para rellenar el bidón en una fuente que hay junto a la iglesia. A partir de aquí la subida se va endureciendo progresivamente hasta que la pista se convierte en una senda pedregosa que me obliga, cómo no, a echar pie a tierra y empujar la bici hasta prácticamente la cima.
Una vez arriba entiendes el por qué de la ubicación de los molinos. !Menuda ventolera!  Eso sí, las vistas son espectaculares.


Tramo final de la subida al Perdón




La típica foto de recuerdo en el Perdón


Mientras repongo fuerzas entablo conversación con un ciclista setentón que vive por los alrededores y se ofrece a guiarme hasta la iglesia de Santa María de Eunate, que es uno de esos lugares de obligada visita en el Camino. La verdad es que no me apetece descender por el camino, que en su primer tramo sigue siendo un pedregal con un desnivel considerable. Así que acepto su ofrecimiento y lo sigo, como puedo, por carretera. Voy más cargado que mi "guía" y peso más que él, pero aun así me las veo y las deseo para seguirle. !Ni Induráin bajando el Aubisque en sus mejores tiempos!. Tras una bajada vertiginosa llegamos a la famosa iglesia.


Santa María de Eunate




Tras pasar media hora hipnotizado contemplando esta joya del románico, prosigo la marcha hasta Puenta la Reina, donde me detengo a las afueras de la población, junto al albergue Jakue. Son más de la una y me parece un buen lugar para comer. El problema es que los bocadillos que me ofrecen, que tienen una pinta formidable, no me parecen muy compatibles con el ejercicio físico.
Así que, por prudencia, pido un pintxo (medio bocadillo en mi pueblo) de tortilla y una coca-cola.
!Maldita la hora! Hoy iba a descubrir que el Camino de Santiago no es el lugar más adecuado para hacer dieta.



Puente de los Peregrinos (Puente La Reina)